Todo se transforma

Si Jorge Drexler dedicara una canción a la Comunicación Interna, quizás la letra diría que cada trabajador da lo que recibe y, luego, recibe lo que da. Su canción acaso hablaría de...

Soy mi soberano

Sócrates promovió el autoconocimiento y su discípulo sumó el autogobierno. Como si fuera fácil conocerse, Platón agregó gobernarse. ¿Habrá algo más difícil en la vida que liderarse a uno mismo?

Comunicación Interna Integrada

Recientemente se viralizó en las redes un video del pianista Ludovico Einaudi interpretando “Elegía por el Ártico”, una pieza compuesta para pedir por la protección de la región. El video [...]

Madre hay una sola

¿Existe el jefe perfecto? ¿Es posible listar una serie de atributos positivos y luego reunirlos todos en un mismo profesional? ¿Podría ser nuestro jefe un modelo para armar? Aunque así lo [...]

Ladrón de bicicletas

En la Roma de la segunda posguerra conseguir un trabajo era alcanzar el éxito. Antonio Ricci, un desocupado más entre miles, consigue trabajo pegando carteles gracias a que pudo comprarse una [...]

Lo que los trabajadores quieren y no saben

Si resulta difícil medir aquello que los empleados quieren y no dicen, más aún será evaluar lo que quieren y no saben. Sin embargo, la gestión integrada de comunicación interna puede ayudarnos.

Comunicación ascendente

En la comunicación interna ascendente, donde el emisor es el empleado y el destinatario la organización, los instrumentos de medición juegan un papel decisivo.

Feedback sin palabras

Cuántos jefes quisieran saber qué piensa realmente su equipo acerca de los mensajes que comunican. Cuántos quisieran escuchar las conversaciones posteriores donde se comentan sus directivas. Qué [...]

Si fuera un muchacho

Imaginemos una comunicación interna sin diferencias de género. Imaginemos un hombre creciendo en empatía hasta convertirse en algo más que hombre. Imaginemos un caballero. Ahora reparemos en cómo [...]

Bossa (súper) nova

Es palo, es piedra, es el fin del camino… Así empieza la famosa canción de Jobim. Así termina el famoso verano de Brasil. Con las “aguas de marzo”, con la lluvia otoñal.

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