Escribimos
Dicen que si una rana salta en un recipiente con agua caliente, sale de inmediato, salvándose. También dicen que si está en agua que se calienta lentamente -incluso hasta hervir- la rana no advierte el cambio gradual y perece. ¿Será cierto?
Desde hace décadas la tecnología facilita gradualmente el envío de documentos, mails, mensajes de texto y chats. En la vida ordinaria, el diálogo presencial -que Sócrates y Platón tanto enaltecieron- comienza a ser extraordinario. En el hogar, en la calle, en el trabajo, cada vez hablamos menos y escribimos más.
Ojalá la anécdota de la rana no sea cierta.