Reconstruir con la palabra

Cuando las vidas corren peligro porque la tierra tiembla, debe recurrirse a los mejores médicos y medicinas para salvarlas. Cuando caen hogares porque las construcciones son frágiles, debe recurrirse a los mejores ingenieros y materiales para reconstruirlas. Cuando cae la moral porque los medios nos manipulan y engañan, debe recurrirse a los mejores comunicadores para volver a levantarla.
No es porque tenemos familiares, empleados, colegas y amigos. Tampoco porque vivimos en carne propia algún terremoto. Es porque como comunicadores siempre tendremos la obligación de construir -y ahora de reconstruir- con nuestra medicina, con nuestro material, con nuestra herramienta: La Palabra.